La magistral Julia Ducournau

Cuando me dispuse a ver Crudo pensé en otra cinta de gore o terror sin más, de esto que te sientas en el sofá a dejar pasar las horas mientras te entretienes y acompañas la película con típica comida basura.  













Pero puedo llegar a decir la sorpresa tan grata que me supuso la película. Partimos de la base, que todas o casi todas las películas de terror francesas siempre acaban mostrando su cara gore y sangrienta, llegando a poder clasificar algunas de ellas como extremadamente “bestias”, véase por ejemplo: “Alta tensión”, “Dead End”o "Mártires"

Desde un primer momento la película se plantea bien. Se comienza a resolver de manera muy eficaz el ritmo narrativo, así como el uso de la fotografía, añadiendo a todo ello la banda sonora que acompaña la trama hasta su final y aportando a su vez un toque indispensable en cada escena. 

Por otro lado, la actuación de la protagonista principal (Garance Marilliner) merece realmente la pena, ya que resulta fácilmente llegar a identificarnos con la misma y conseguir la complicidad del publico hasta su final. 

Por otro lado, a lo largo de la película llegan a plantearse temas tan interesantes como las famosas novatadas de universidad (en muchas ocasiones tan cuestionables) o las historias de aceptación de las personas que quieren encajar, parecerse a los demás en una comunidad ya marcada por una pautas implícitas desde un primer momento. 
Dado que evadiéndose de estas últimas pasas a formar parte de ese grupo marginado tan marcado en la película. 

Asimismo, el trabajo de la directora (J. Ducournau) es realmente prometedor, muestra como el cine poco a poco no solo sirve para entretener sino para mostrar todo tipo de pautas, efectos y sobre todo sensaciones, que realmente se plasman desde un primer momento en el film. 

Viendo esta película no pude dejar de pensar tampoco, ni no mencionar, una temática similar que ya fue tratada, aunque desde otro punto de vista muy distinto en "Ginger Snaps" (2000), una cinta de terror canadiense donde vemos esa misma materia (trama) planteada a través las dos hermanas, así como todo ello englobado en su correspondiente contexto adolescente. 

Eso sí, volviendo a la película y por poner alguna pega, realmente lo que me resulta sorprendente de esta película, es que pudiese llegar a causar desmayos o intentar censurar algunas de sus partes, ya que apenas tiene escenas gore. 

Lo que se pone en claro, es que si verdaderamente quieren disfrutar de películas fuertes están sin duda en el film equivocado. Sintiéndolo mucho a Crudo (Raw) le queda mucho recorrido para quitarle el puesto a Holocausto Caníbal (1980), Evil Dead (1981) o Serbian Film (2010), entre muchas otras. 







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